Clima y alimentación. La marea roja

A menudo escuchamos por parte de las agencias de información que van a cerrar tal o cual zona o banco marisquero por culpa de una “marea roja” que nos obliga a prescindir de nuestro amado marisco. Pues en este artículo ponemos encima de la mesa que la causa de estas “mareas” es principalmente un proceso meteorológico del clima de Galicia.

Qué son?

El fitoplancton son organismos microscópicos que forman parte de la alimentación de los mejilones, vieiras y demás bivalvos. Tienen poca capacidad de movimiento y son transportadas por las corrientes marinas. Por un proceso natural de crecimento excesivo (sobre todo de los dinoflagelados) se crean estas mareas, que ni son mareas ni siempre tienen coloración roja. Este sobrecrecimento viene asociado a algas productoras de toxinas, causantes de los problemas en los cultivos de moluscos.

A primera vista este aumento en las algas debería beneficiar al marisco (y lo hace). Lo malo es que los moluscos filtran estas algas, se llevan toxinas, y pueden acumularlas durante largos periodos de tiempo. A la mayoría de ellos no les representa problema alguno, pero al consumidor humano le puede crear un cuadro clínico, que según la toxina, puede ser de distinta consideración. Las tres más encontradas en Galicia son:

DSP: Todo hacia fuera. Diarreas, nauseas, vómitos y dolor abdominal. Son las más frecuentes. Los síntomas aparecen a las pocas horas y remiten en tres o cuatro días.
PSP: Tieso como una vara. Desde el entumecimiento y la picazón, hasta episodios paralizantes de la respiración.
ASP: Yo ya pagué. En esta toxina destacan los vómitos, espamos abdominales, desorientación y pérdida de memoria.

Cómo funciona en Galicia?

Las aguas costeras de Galicia, y más en concreto, el litoral atlántico, están llenas de fitoplancton. Cuando sopla el viento del norte, o noreste, empuja las aguas superficiales hacia fuera de las rías, en dirección al mar. Estos “vacíos” que forma el viento, se llenan de agua del fondo marino, más fria y muy rica en nutrientes. Eso hace que las especies del tipo de los mariscos sean abundantes en estas aguas.

Pero si después del episodio de viento norte, entra repentinamente viento sur, el otro viento predominante en el clima de Galicia, éste hará que la temperatura del mar ascienda y favorecerá una reproducción masiva de microorganismos. Muchas veces la formación sucede en aguas portuguesas y es arrastrada por el viento del sur hasta el interior de las rías. Y si este viento sur continúa por varias jornadas impide la regeneración natural del agua y mantiene a la toxina pegada a la costa, sin dejarla salir de las rías.

Pero como todo tiene solución, tenemos el INTECMAR (Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia) que analiza continuamente la calidad del agua (17.000 análisis anuales, más los de productores y depuradores) para determinar la presencia de la toxina. La calidad del sistema puede hacer que dos o más “campos marisqueros” permanezcan abiertos o cerrados dentro de una misma ría.

El clima de Galicia siempre da una de cal y otra de arena. Y en este caso, los dos vientos predominantes, noreste y sudoeste, combinados, pueden dejarte sin esa mariscada planificada si no tienes en cuenta la meteorología.

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