Clima y leyendas: La máquina de lluvia (Verducido)

A finales de los años 30 del siglo XX un hombre aseguraba que podía hacer llover en cualquier sitio, aún siendo desértico.
Aunque varias demostraciones públicas lo avalaron, la comunidad científica lo trató como un fraude. Se llamaba Juan Baigorri Velar.

"Su" historia

Según él mismo, nació en Concepción del Uruguay, Argentina, en 1891. Hijo de un coronel del ejército, que lo crió en un ambiente de férrea disciplina.

Estudió en el prestigioso Colegio Nacional de Buenos Aires, desde donde partió hacia Italia, donde se graduó en Ingeniería petrolífera. Llamado por el general y ingenieiro Mosconi, jefe de la incipiente petrolera pública argentina, YPF ( Yacimientos Petrolíferos Fiscales).

Más tarde estudiaría Ingeniería Geofísica en la Universidad de Milán. Casado con María Arminda Saccardo en 1922 y con un único hijo, William Francisco.

Pero la realidad, basada en un estudio de Diego Huberman, es que nació en 1892 en San José. No existe constancia de que hubiese estudiado en el Colegio Nacional ni en Italia. Para más inri, cuando se casó en 1922, mintió al afirmar que era soltero cuando anteriormente se había casado con Camila Maquieira, una española a la que le hizo tres hijos sin que lo volviese a ver delante. De su trabajo para YPF tampoco queda constancia, ni existen registros. Se desconoce también la naturaleza de sus viajes y la manera que tenía de ganarse la vida.

Aparece de entre las sombras en el 1938, cuando da a conocer que dispone de una máquina que puede hacer llover. La comunidad científica y parte del pueblo argentino lo tildaron de estafador. Pero eso fue otro tema que tampoco se ha podido certificar.

Disfrutaba discurriendo

Se sabe que fue un paisano inquieto que comenzó a fabricar sus propios aparatos, siempre en el campo de la prospección de minas y yacimentos petrolíferos.

Contó que fue en Bolivia, en el altiplano, donde probando un aparato propio buscador de minerales se dió cuenta de que, al poco de encenderlo, comenzaba una lluvia fina. Baigorri se enfadaba porque su aparato no trabajaba bajo la lluvia, pero vio como se alegraban los jóvenes de la región contratados para la obra. Era una zona donde llevaban más de ocho años de sequía.

Se dio cuenta de que su aparato hacía un trabajo distinto a la busqueda de minerales. Podía crear “congestiones electromagnéticas” a partir de las irradiaciones de la máquina.
El aparato estaba compuesto por una caja de aproximadamente 40 x 40 cms., una batería eléctrica, una combinación de 5 metales radiactivos y sustancias químicas, y dos antenas, con polo positivo y negativo, encargadas de direccionar las emisiones.

La fama llovida

En 1938 desplegó el proyecto ante el gerente del Ferrocarril Central Argentino. La empresa llamó el jefe de Fomento Rural, para que lo acompañara y generase un informe. Baigorri solamente pedía transporte a las zonas áridas y la logística necesaria.
El 11 de noviembre llegaron a la Colonia Los Milagros y preparó los aparatos. Ocho horas después se desató una tormenta, pero que dejó escasa precipitación. Baigorri aludió a problemas técnicos y prometió fabricar otro más potente.
El 22 de diciembre viajó hasta Santiago de El Estero. A las 55 horas de funcionamiento, se originó un chaparrón. Por lo que cuentan le dió más potencia y llegaron a recoger 55 l/m2. Después de eso, mantuvo una reunión con el Ministro de Agricultura.
Entrevista con The Times y ofertas de los Estados Unidos, rechazadas por patriotismo. Llegada a Buenos Aires donde lo llevaron en alzas hasta las instalaciones del Ferrocarril.

Polémico

Pero también labraba enemigos. Ese tipo de noticias comprometían a la comunidad científica. Y Alfredo Galmarini era el director del Servicio Meteorológico Nacional.

Juan Baigorri no tardó en responder:

Y para quemar aún más al meteorólogo, le envió un paraguas con una nota que decía:

Durante los días anteriores los periódicos reflejaron con ironía la lucha entre la ciencia y la especulación, tomando parte por uno y por otro y generando debate en la población.

El presidente Ortiz dio el discurso de Año Nuevo y el día siguiente comenzaron a aparecer las nubes. La víspera del gran día subió hasta el laboratorio, miró el cielo y ya casi paladeaba la victoria. Se despertó a las 5 de la madrugada con el estruendo de la lluvia sobre el tejado.

diario critica noticia máquina de lluvia baigorri
diario critica lluvia en buenos aires con máquina de lluvia de baigorri

Máquina de lluvia o fraude?

Seguían lloviendo las ofertas, pero Baigorri decía que era el único que podía manejar el aparato. La comunidad científica continuaba criticando el procedimiento y terminaron por socavar la credibilidad de Baigorri, que se retiró de la escena pública. Pero no antes de acudir a Carhué, donde la sequía dejó vacío el lago Epecué. El 7 y 8 de febrero se desataron dos tormentas que hicieron que el lago se desbordase por la cantidad de precipitación. Después, desapareció.

Hasta que en 1951 lo llamó el Ministro de Asuntos Técnicos, Raul Mendé, para volver a poner la máquina de lluvia en funcionamiento. En 1952 provocó lluvias en Caucete, que llevaba ocho años de sequía. En Córdoba no solamente hizo llover, sino que se desató un tornado. Se le fue de las manos… En la Pampa hizo llover ante chicos que no habían conocido nunca la lluvia. Pero la negativa rotunda a desvelar el funcionamiento del aparato instaló reticencias en el gobierno de Perón y finalmente dejaron de llamarlo.

Eso terminó por recluir definitivamente a Baigorri. Aún así en 1970 acudió con su máquina de lluvia hasta la cuenca del Río Negro, en Uruguay. Después de varios días la lluvia no apareció y el gobierno de Uruguay se negó a pagarle, por lo que el ingeniero los metió en el juzgado.

Preguntas sen resposta

Murió casi en la miseria el 24 de marzo de 1972, víspera del Día Mundial de la Meteorología. En su entierro llovió, por supuesto.

Nada se sabe del paradero de la milagrosa máquina.

¿Funcionaba realmente la máquina de lluvia de Juan Baigorri, eran casualidades o fue simplemente un estafador?

En una entrevista con Galmarini, su peor enemigo, éste reconoce que puede que tuviera suerte. Otros científicos relacionan el aparato con un rudimentario radar meteorológico. Éste funciona enviando ondas electromagnéticas a la atmósfera, que recoge su eco y determina la cantidad de partículas de agua, su velocidad, etc…

Entonces podríamos suponer que lo que hacía Baigorri era enviar ondas a la atmósfera y de algún modo recibir lecturas de cuando podía llegar la lluvia.

O sea, que podía predecir la lluvia, pero no crearla.

Fuentes:

deixa pegada en internet llamada a la acción

Otras monografías

1 comentario sobre “Clima y leyendas. La máquina de lluvia”

  1. Yo lo creo firnemente, tambien hubo in señor italiano, su apellido era Igina y hay videos en youtube con una especia de aspas dando vueltas, y decia hacer llover. Y mas cosas. Siempre quise hacer cosas asi, me encantaria saber esos 5 elementos radioactivos. Saludos desde España.

Deixa unha resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *