El libro de los Condenados de Charles Fort

El Libro de los Condenados fué escrito por Charles Fort, una mente polémica de principios del siglo XX. Sembró la discordia entre los ilustrados y científicos de su época. El libro de los Condenados es su aportación a una incipiente cultura que pone en duda los cánones implantados por la ciencia establecida.

Índice

A vida de Charles Fort

Charles Hay Fort nació un 6 de agosto de 1874 en Albany, estado de New York. Sus padres regentaban un ultramarinos donde trabajó cuando era pequeño. Comentaba que la rigurosidad de su padre, próxima al maltrato, forjó una personalidad insumisa ante las reglas instauradas.

Fué de esos niños que clavan mariposas y otros insectos en paneles de colección. También se deleitaba disecando y conservando animales, una afición que después compaginaría con el periodismo. Lo que llamaban en aquella época un “naturalista”.

Con 18 anos se enroló en un barco en una gira mundial, como él mismo comenta, ” para poner algo de capital en el banco de la experiencia “. Cae enfermo en el sur de África y a su regreso, en 1896, contrae matrimonio con la  muchacha que lo asiste, Anna Filing.

Rata de biblioteca

Fue en esa época que comenzó a visitar diariamente la Biblioteca Pública de New York para recopilar artículos que amenazaban el convencionalismo científico.

Más adelante se mudaron a Londres, donde continuó su labor de recolección de “datos condenados” en el Museo Británico. Del mismo modo emprendió una carrera como escritor de novelas, aún que con éxito limitado.

De aproximadamente 10 novelas se publicó solamente una, The Outcast Manufacturers, de 1909, un fracaso comercial con críticas benevolentes. Este descalabro no lo tomó bien y quemó varios de sus manuscritos, algunos con tintes de ciencia-ficción.

Pero en 1916 falleció uno de sus tíos y recibió una parte de la herencia. El año siguiente murió su hermano, lo que incrementó la herencia y lo colocó en una situación económica que le permitió dejar los trabajos de reportero y dedicarse a escribir sobre lo que le interesaba, los hechos inexplicados.

La mayoría de los libros que escribió obtuvieron buenas críticas en general, realizándose reediciones aún en vida de Fort.

En el tramo final de su vida se cruzó con la leucemia, que debilitó su salud y le produjo una grave pérdida de visión.

Pero Charles Fort no tenía mucha confianza en los médicos (como en la mayor parte de los científicos) y eludió el apoyo de la medicina. Se centró en finalizar la que sería su última obra, Wild Talents. Su editor le presentó las copias en el hospital del Bronx donde había ingresado de urgencia esa misma mañana del 3 de mayo de 1932. Pocas horas más tarde, moría Charles Fort.

Fue enterrado en la propiedad familiar del cementerio de Albany, New York.

El Libro de los Condenados

Como resultado de las horas sumergido en las bibliotecas recopilando situaciones anómalas, vio la luz en 1919, El libro de los Condenados.
El Libro de los Condenados es una recopilación de hechos a los que la ciencia no fue competente de dar una explicación plausible. Para la ciencia unicamente toma en cuenta lo que se puede demostrar. Por lo tanto, todos esos datos inexplicados se descartan al olvido definitivamente.
Charles Fort pasó muchos de los años de su vida recopilando noticias de hechos incomprensibles en los periódicos de todo el mundo. Muchas de estas noticias eran de ámbito meteorológico, lo que llevó a Fort a ser el látigo de muchos investigadores del clima con base en las ideas preestablecidas.  
En las páginas de El Libro de los Condenados, Fort ” salva del olvido ” aquellos datos recopilados durante años en tarjetas que clasificaba en cajas de zapatos.

Un desfile grotesco

El Libro de los Condenados levantó ampollas entre los meteorólogos. Fort, en su libro, notifica multitud de lluvias anormales por su contenido.
Desde animales muy reseñados como ranas, sapos y peces hasta larvas y gusanos, pasando por lagartos, caracoles o incluso mejillones.
Lluvias y nevadas de distintos colores, lluvias orgánicas, como carne, grasa o manteca. Lluvias de papel, seda o fieltro además de multitud de materias gelatinosas, muchas de ellas con análisis químicos sorprendentes.
También reportó caidas de meteoritos y objetos del cielo, estrañas puestas de sol, lunas de colores variados o incluso eclipses fuera de lugar. Quizás por eso, también castigaba con asiduidad a los astrónomos, sobre todo los de la vieja escuela, a los que calificaba de astrólogos (los que hacen los horóscopos).

El sarcasmo de Charles Fort

Pero El Libro de los Condenados no es solamente una recopilación de hechos inexplicados. En ella, Charles Fort hace comentarios propios sobre los sucesos e intenta desmontar las tesis de muchos notables previos a su época, como Tyndall o el mismo Darwin.

El libro de los condenados recibió buenas críticas en su mayoría y el libro fue añadiendo sucesivas ediciones, lo que habla bien de la popularidad que llegó a alcanzar Charles Fort.

El éxito no solo venía por un libro que recogía experiencias paranormales, sino por la retórica llena de ironía y humor negro. Sus elocuentes comentarios sobre los sucesos rezuman sarcasmo hacia la arrogancia doctrinal de los científicos de pensamiento inflexible. Y lo hace señalando a muchos de los eruditos de la época con nombres y apellidos, instando a la apertura de mente y a salir del inmovilismo.

La obra de Charles Fort

El Libro de los Condenados fue el mayor éxito de Fort, pero no fue la única obra que nos dejó. En 1923 publicó New Lands ( Nuevas Tierras ). En esta nueva entrega se extiende en la teoría de dimensiones paralelas, el Supermar de los Sargazos, y la interacción con nuestra dimensión.

Ya en 1931 sale a la luz Lo!, que está dividido entre la Teletransportación, incluyendo lo que más tarde se llamaría Triángulo de las Bermudas y apariciones de animales fantásticos. En la otra parte del libro hace picadillo con los astrónomos, incluso dudando de la Teoría de la Relatividad de Einstein.

Y en 1932 finaliza su producción con Wild Talents, que fue publicado después de su muerte. Continúa en la línea de reportar fenómenos estraños y presenta una teoría sobre el poder psíquico de la mente humana. También ahonda en temas como vampirismo, fantasmas y brujería, entre otros.

En todos ellos trata de rescatar esos datos malditos encontrados en los diarios y revistas de todo el mundo. Además avanza desde los temas meteorológicos y astronómicos hasta el fenómeno OVNI, poltergeist, combustión espontánea… Pero siempre desde la crítica a la ciencia establecida. Cuando todos se preguntaban ” Por qué? “, Charles Fort respondía ” Por qué no? “.

Charles Fort. Nueva filosofía

El monismo fue su filosofía, adaptada de los antiguos pensadores griegos.

Fort pensaba que todas las cosa forman parte de todas las cosas. Todo es la misma cosa formada por la misma materia y después discriminada por procesos químicos.

Para Fort, los datos condenados eran la clave para encontrar la verdad. Predicaba que debíamos abrir nuestra mente para poder integrar los hechos imposibles. Era lo que llamaba intermediarismo.

Charles Fort tuvo mucha influencia en escritores de ciencia-ficción como H. P. Lovecraft, quien reconocía tener una visión similar del cosmos.

Otros muchos adaptaron varios de los “hechos condenados”, creando obras de ficción a partir de recortes de realidad. Algunos tan conocidos como Poul Anderson o Arthur C. Clark.

En España llegó la moda forteana de la mano de dos grandes divulgadores de la segunda mitad del siglo. El director de cine Narciso Ibáñez Serrador, que realizó ” Mañana puede ser verdad ” en 1965, y el psiquiatra Fernando Jiménez de él Oso, con el programa ” Más Allá ” de 1976, ambos en TVE.

También se pueden encontrar referencias a su obra en infinidad de escritos de todo tipo. En la mayoría de las ocasiones malinterpretando el auténtico sentido que Fort quería propugnar.

Un siglo después de " El Libro de los Condenados "

Tienes que tener en cuenta que este libro está escrito en el año 1919, por lo que muchas de las teorías expuestas por Charles Fort ya fueron descartadas por la ciencia moderna. Pero lo que destaca es que varias de ellas fueron validadas tiempo después. Otras tantas siguen en vigor toda vez que la ciencia todavía no encontró explicación a muchos de los hechos remitidos por Fort.
 
Fort sostenía que existe un ” Super Mar de los Sargazos ” en la atmósfera o más allá de ella, donde van a parar animales y plantas por ” teleportación ” y que eso podría justificar las lluvias de animales, carne, grasa, etc.
 
También defendía la existencia de una capa de hielo que gravitaba y de vez en cuando desprendía grandes trozos planos y de distinto grosor que se precipitaban sobre determinadas zonas del planeta.

Los "indultados" de Fort

Pero algunas de sus teorías fueron recuperadas por la ciencia como verdaderas. Es el caso del rayo en forma de bola, o rayo globular, que aún que reconocido por la ciencia, sigue sin tener una explicación plausible de su verdadera naturaleza.
 
Quizás el mejor ejemplo de un hecho “condenado” que fue perdonado por la ciencia es la de los meteoritos. Charles Fort defendía que la caida de piedras a la tierra tenía un origen extraterrestre, en contra de la corriente científica de la época que señalaba un origen terrestre. Se daba por sentado que no existía nada físicamente sólido más allá de la atmósfera. Y si no existía, no podía caer.
Para Fort, otras civilizaciones del universo visitaban con asiduidad nuestro planeta. El avistamiento de luces y objetos sin identificar en el cielo justificaba muchas de sus teorías. Los meteoritos eran las pruebas de estas visitas.
Más adelante se validó el origen extraterrestre de muchos de esos meteoros, dando la razón a Fort. Fue el germen de lo que hoy conocemos como ufología.

Después de la muerte de Fort, la comunidad científica reconoció el llamado ” efecto experimentador “. Fort señalaba que un mismo experimento podía producir dos resultados diferentes y beneficiar a cada uno de los experimentadores. El ” efecto experimentador ” reconoce la tendencia de los experimentos a homologar ideas preconcebidas. De haber sido por Fort, todos los experimentos realizados estarían sometidos a dudas en su método científico.

La herencia de Charles Fort

En 1931, un año antes de la muerte de Charles Fort, se fundó la Fortean Society.

Fue un proyecto entre serio e irónico, como su propia obra, llevado a cabo por amigos y seguidores y dirigida por la escritora Tiffany Thayer.

Fort no quiso vincularse a la sociedad, alegando que no era una autoridad en ningún campo y que probablemente atraería a gran cantidad de lunáticos, espiritualistas y opositores a la ciencia, grupos considerados contrarios al espíritu forteano.

Otros grupos forteanos notables son la revista Fortean Times, con el estilo periodístico de Charles Fort, o sea, investigación, desconfianza e ironía.

La International Fortean Organization (INFO), formada en los años 60 y que publicó durante décadas el INFO Journal: Science and the Unknown. Son una red de investigadores y escritores que se dedican a temas científicamente controvertidos y silenciados. Se reúnen en conferencias y eventos como la FortFest, FortNite o FortScape.

En el año 2000 Tundra Publishing sacó el cómic Necronauts ( Rennie- Irving), donde Fort, Conan Doyle, Lovecraft y Houdinni luchan contra Lindbergh y revientan zombies a machetazos. Fue el germen de Fort: Profeta de lo inexplicable ( Lenkov- Irving ), presentada en 2002 por Dark Horse Comic, donde investiga crímenes con H. P. Lovecraft como joven asistente.

Pero también puedes encontrar en internet y en los kioskos un sinfín de publicaciones, blogs y diarios digitales dirigidos a un público que se va incrementando más allá de lo que podría esperar el propio Charles Fort.

El legado forteano

Pero el verdadero legado con valor de Charles Fort fue el de dudar de las bases establecidas. No dar nada por inamovible, por que todo está sujeto a interpretación y no desdeñar sucesos por el simple hecho de no encontrar explicación por los procedimientos preconcebidos.
Este espíritu está presente en seudociencias como la ufología (ovnis), criptozoología (arqueología de animales mitológicos o de leyendas tradicionales)  y la parapsicología (poderes mentales).
El trabajo de Charles Fort fue continuado por varios autores, entre lo que destaca William R. Corliss, quien ya contaba con un número de notas semejante a que acumuló Fort, cerca de 100.000, antes de su muerte en 2011.

Enlaces:

Los escritos de Charles Fort son de dominio público, por lo que bajo este párrafo están los enlaces a tres de los libros encontrados online. Dos de ellos están en inglés pero el enlace a El Libro de los Condenados está en castellano y realmente merece la pena tanto por los hechos relatados como por la prosa exhibida para desacreditar a los teóricos de su tiempo. Disfruta de la lectura!!

Fuentes:

deixa pegada en internet llamada a la acción

Outras monografías

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